-Te gusta ser absolutista Andrés-
Andrés recordaba la niñez con una pasión casi ilógica o con un odio perpetuo, cuando recordaba la casa de la abuela Española que era una verdadera Matrona, lo hacía con un con un Odio General; hasta por las comidas que tantas veces extrañaba, el sabor típico no era tanto el sabor sino mas bien El Recuerdo del sabor.
En su Absolutismo recordaba ahora, a Alejandra se retorcía a causa de los celos. Sabía que Ella estaría con otro, con otro hombre, -QUIEN SABE CON QUE LOCO ESTA- Escribió en una hoja en que tenía un gran circulo amarillo al reverso, se sentó a mirarla un par de segundos metafísicos, se quedo en la deriva.
Olvidándose por completo marcharse de la casa a las seis de la tarde, se le olvido poner una vela en la calle, visitar al tiempo, vivir decentemente,
Deseo a Alejandra una vez más.
Estaba como Dios o el loco de arriba lo habían traído al mundo -No olvides Andrés, que yo… - y no recodaba más… ¿qué le decía Alejandra? ¿No me olvides? ¿No te olvido? ¿Vete a la mierda?
Cayo a la cama sin darse cuenta si estaba vivo o muerto, se quedó estático y…
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar