" Este es un Oficio Solitario"

sábado, 23 de febrero de 2013


Uno suele pensar que se escribe de noche y no estoy muy equivocada, no sé muy bien a que escribirle siempre necesito un tema, como una idea a que o a quien. Tengo la mirada triste y fragmentada de mi buen amigo,  el sabor del cigarro en la boca y la mirada manchada de colores tristes. La sensación de bienestar que me produce mi cama mi cuarto, mi estar; y su ausencia.  Esa ausencia que ya no tiene sentido sentirla en el pecho, aunque esta bajo capas de tejidos y de sentimientos ahí está agazapada esperando en que me acueste  en la cama para salir e inundarme el pecho de nostalgia  ahí la boca se me vuelve en una mueca. Esa ausencia duele porque no tiene principio ni fin, es a su vez una oveja naranja que duerme agazapada debajo de mi colchón, que en medio del sueño sale, y se entromete en ellos, me da un par de golpes en la ingle  me deja sin aliento y se desquita con mi pecho  me grita groserías honestas y vuelve a su lugar debajo del colchón  ¿así quien va poder dormir?

Que te va importar mi querido, que me marche si para ti recién he llegado a esta tierra caliente, a todos a todos los que les escribo saben que es un presagio de olvido o al menos intento de ello. Yo te quiero primo de otra familia, -También Soy Esto- me dije en la registraduría  soy esta adolecente madre cabeza de familia, este anciano hediondo a sol y a sudor, esta pareja asustada y pobre con mellizas, esta señora de edad y su nieta de diez años. Esta, es mi gente. No  esos con apellidos bonitos con pocas vocales. Sé  que debo representarlos a todos escribir del monte, escribir de la bonanza de la tierra, de la yuca y del plátano, el guineo verde y del pescado, hablar de la ciénaga y del rio, del pescado y de ese calor mágico y bochornoso de las doce del medio día.

Si me voy,   será con dos libros bajo el brazo y ninguno de ellos es la biblia. Que me perdone mi hermana y mi padre,  yo me voy con dos libros, que son dos ideas;  uno va en blanco y el otro está por escribirse.
 La boca me sabe a sangre, quizás es de la noche es que te despedí con el pantalón blanco y blusa casi trasparente y llegue llorando a casa. No sé en qué pensaba, pero sé que aquella noche Neruda me leyó  entre páginas,  le abrace con fuerza, el tomo grueso de poesía completa, ahí estaba toda su vida: su lucha,  sus esperas, sus sacrificios, todo su amor, su dolor, su soledad sus viajes. Padre yo también me pregunto ¿Dónde está la Guillermina?

1 comentario:

  1. Quedó perdido en la enmarañada noche ante los ya visibles fogonazos del amanecer. Nunca encontró tu rostro y perdió el sabor de tu sonrisa y la deslumbrante sensación de tu mirada.

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