" Este es un Oficio Solitario"

viernes, 29 de noviembre de 2013

Yo honestamente no entendía a que se refería chaparro cuando decía que la cuidad olía a melocotón podrido.

Ahora pienso que chaparro tenia razón, la cuidad huele siempre a una fruta podrida y un poco de néctar del otro lado. Es siempre el lado erróneo en el camino cuando son las doce y media del día y cruzo la cuidad con las boticas negras de cordones, como siempre lo describiría Sinsonte. Si me viera con la cara caída en medio de una canción de Artic Monkeys. para llevarse esa sensación que voy a trabajar, pensar en los arboles medir la humedad del pasto por su color, revisar las construcciones que se edifican  en la vía, mirar a la vendedora de cigarrillos, gomitas, dulces, bolsas, pasteles, bocadillos, mentas, empanadas y quizás un poco de marihuana, que le crece indiscriminadamente un bigote, como los de los gatos negros francés, pero sin la elegencias del Chat Noir, más burdo, más pobre, más descolorido, más cansado, menos fantástico.

Es increíble los paisajes diarios te cambian la vida.  Pasar veinte veces por un lugar, y ya no mirar el letrero de telas que al principio te fascinaba, pasar setenta veces por el mismo lugar, y no fijarse en nada. Que  triste es el ser humano, se acostumbra a una rutina siempre gris, ya no me fijo en la cara de nadie cuando voy en el trasmilenio; ya no me importa como el señor que barre las escaleras del trasmilenio con una sola pierna, pero cuando lo vi, me lo imagine en plena selva frondosa, luchando contra la guerrilla, así el país le paga, vive debajo de un cambuche abajo de las escaleras del trasmilenio, y siempre va cambiando de puentes, es siempre esa cara fruncida con las marcas del sol, del hambre, de la intemperie , de esa soledad que es tan monstruosa que no la alcanzo ni siquiera a descifrar, y varias veces me obligue a sostener la mirada, no mirar para otro lado, sin pretender que esto estuviese bien. El vacio de las ciudades grandes te va devorando de adentro hacia fuera, si la escritura, la música, las artes plásticas pudiesen revertir  la historia, o al menos darle un giro menos cruel, si al menos escribir sirviera de algo. Yo no estoy en la franja de gaza, no estoy cubriendo la revolución egipcia, no estoy informando a nadie, todos lo saben lo que digo, no estoy revelando una verdad, no estoy desmentido a nadie.¿Cuál es el sentido de escribir si no sirve para ayudar a solucionar
 un poco el mundo?


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